Hay una frase gravada a fuego en mi conciencia
Amaras a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
Se puede amar a Dios sobre todas las cosas... ¿pero al prójimo?
¿Y poner la otra mejilla?
¿Y poner la otra mejilla?
Respuesta:
Amaras a Dios, esta es la mas fácil, aunque nuestro "amor" hacia Dios se ha convertido en un continuo pedir y pedir...
enfadando-nos cuando no se cumple..pero aun así como no nos rebate, no esta presente, es fácil amar a Dios.
Amaras al prójimo como a ti mismo, claro como el agua, y esta es la difícil, en verdad el ser humano no ama a los "demás" por que no se ama a si mismo, todo lo que desees en otro es mentira, lo deseas en ti, todo lo que ves en otro, lo ves en ti.
Para amarme tengo que aceptarme, tengo que abrirme a mi sombra, tengo que aceptar todos los aspectos "negativos" del ser humano, sin rechazar ninguno, sin decir es que ese es un asesino, o un ladrón ,estás rechazando ese aspecto en ti, y aunque no lo quieras ver y aceptar, también esta en ti, el rechazo que sientes ante ello es el mayor indicativo de que es así, lo que no esta en ti, ni lo reconoces, ni te molesta.
Vuelvo a repetir, otra cosa es que en esta existencia despiertes unos aspectos u otros, pero basta que lo niegues para que suceda, y sucederá solo por el simple hecho de que veas si eres capaz de mantenerte en ese "yo no soy....cualquier cosa que rechaces, observa, solo veras ante ti, lo que te mueve por dentro, lo veras en todo, y ahí es donde aparece lo de: se me repiten situaciones, claro hasta que lo veas, o seas capaz de hacer verdaderamente lo que sientes..
La compasión, el amor, la felicidad, todo lo empiezas en uno mismo y no podrás sentir-lo por nadie hasta que lo sientas en ti, por ti y para ti.
para ello hay que tener una aceptación incondicional, y comprender que no sabes realmente si presentada la ocasión no serias tu el asesino, o el ladrón...o lo que sea....el político... porque verdaderamente todos somos un poco de todo, hasta que lo vemos y lo disolvemos,
No te gustan los asesinos, mentira, lo que no te gusta verdaderamente, es que ese aspecto este en ti, que exista la posibilidad, pues para no ver al asesino de enfrente, tienes que aceptar el que tu llevas dentro, ver-lo, comprender-lo, erradicarlo, ya no veras mas asesinos....veras seres confundidos, perdidos, sufriendo...sentirás tanto amor por ellos como por ti mismo, o por cualquier ser.
Se trata de verdaderamente aceptar nuestra parte humana, para experimentar la divina y este orden es inalterable.
Amaras a Dios, esta es la mas fácil, aunque nuestro "amor" hacia Dios se ha convertido en un continuo pedir y pedir...
enfadando-nos cuando no se cumple..pero aun así como no nos rebate, no esta presente, es fácil amar a Dios.
Amaras al prójimo como a ti mismo, claro como el agua, y esta es la difícil, en verdad el ser humano no ama a los "demás" por que no se ama a si mismo, todo lo que desees en otro es mentira, lo deseas en ti, todo lo que ves en otro, lo ves en ti.
Para amarme tengo que aceptarme, tengo que abrirme a mi sombra, tengo que aceptar todos los aspectos "negativos" del ser humano, sin rechazar ninguno, sin decir es que ese es un asesino, o un ladrón ,estás rechazando ese aspecto en ti, y aunque no lo quieras ver y aceptar, también esta en ti, el rechazo que sientes ante ello es el mayor indicativo de que es así, lo que no esta en ti, ni lo reconoces, ni te molesta.
Vuelvo a repetir, otra cosa es que en esta existencia despiertes unos aspectos u otros, pero basta que lo niegues para que suceda, y sucederá solo por el simple hecho de que veas si eres capaz de mantenerte en ese "yo no soy....cualquier cosa que rechaces, observa, solo veras ante ti, lo que te mueve por dentro, lo veras en todo, y ahí es donde aparece lo de: se me repiten situaciones, claro hasta que lo veas, o seas capaz de hacer verdaderamente lo que sientes..
La compasión, el amor, la felicidad, todo lo empiezas en uno mismo y no podrás sentir-lo por nadie hasta que lo sientas en ti, por ti y para ti.
para ello hay que tener una aceptación incondicional, y comprender que no sabes realmente si presentada la ocasión no serias tu el asesino, o el ladrón...o lo que sea....el político... porque verdaderamente todos somos un poco de todo, hasta que lo vemos y lo disolvemos,
No te gustan los asesinos, mentira, lo que no te gusta verdaderamente, es que ese aspecto este en ti, que exista la posibilidad, pues para no ver al asesino de enfrente, tienes que aceptar el que tu llevas dentro, ver-lo, comprender-lo, erradicarlo, ya no veras mas asesinos....veras seres confundidos, perdidos, sufriendo...sentirás tanto amor por ellos como por ti mismo, o por cualquier ser.
Se trata de verdaderamente aceptar nuestra parte humana, para experimentar la divina y este orden es inalterable.
Descúbrete
Sal de la ilusión
Susana Martín.
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